Pronto escribiré tu elegía y elegiré vivir,
es lo que tú querrías si todavía me quisieras.
Después de haberte dado dos veranos, no sabía cómo iba a ser uno sin ti.
No tienes de qué preocuparte, la playa ya no me recuerda a ti, sigo
bailando hasta que sale el sol, he encontrado otras bocas a las que besar con
lengua.
Pasé nuestro aniversario en Mallorca, no tuve tiempo de pensar en ti.
Es raro pensar que ya casi nunca pienso en ti.
Se me hace extraño ver que ya no me inspiras.
Mi corazón kamikaze querría poder seguirte escribiendo pero ya no me sale
solo, y así no sé.
Veo que va siendo momento de escribir tu elegía y quizá lo sea únicamente
porque ya no tengo nada más que escribirte.
Me encantó vivirte, vive a otras mejor que a mí cuando mueras.
Sé que habrá días que escribiré sobre tu recuerdo, intuyo que habrá algunos
en los que incluso intentaré hacerlo presente pero espero no volver a llevar
nunca tu anillo.
De verdad, ya no quiero vivirte pero amor, no mueras.
Esta es la peor elegía del mundo, no recordaba lo difícil que es explicar
que vivir no tiene nada que ver con respirar, y que tu oxígeno ya no me llega,
ni me asfixia tu dióxido de carbono.
Me alegra darme cuenta de que ya no lloro como cuando el autor mata a mi
personaje favorito. Amor, no sé si lo has entendido pero te lo explico: ya no
eres mi personaje favorito.
Ya no me hace falta matarte para pensar que, para mí, ya no estás vivo.
Ha sido un placer vivirte, me alegro de haber pasado a mejor vida, aunque
haya tenido que ser sin ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario