domingo, 22 de enero de 2017

Todavía me emociona que estemos a solas y que me hables cuando vamos a dormir.

El año pasado pasé esta época llorando, y este año la estoy pasando contigo.


Hoy hemos tenido una pelea y no hemos calmado después la tensión con un polvo.



Hoy creo que te he encontrado una tara. Sé que nos querremos mucho pero somos demasiado orgullosos como para hacerlo bien.


Hoy pienso que moriremos de frío y que no hay nada que queme más que el silencio del 'si tú no, yo tampoco'.

Recuerdo que por la mañana me picaba la nariz y tú te reías de mis caras extrañas y decías que parecía una niña pequeña. Recuerdo que no te has reído por la tarde, que he dicho que me picaba la nariz y tú ni siquiera has levantado la mirada. Apuesto a que yo he hecho los mismos gestos, pero esta vez tú no estabas mirando.

He escuchado una canción que hablaba de cómo se aborrecen las cosas que nos emocionaban al principio. Reconozco que me he puesto un poco triste. Admitiré incluso que preferiría contártelo a ti que al papel.

¿Y si nuestro amor se ahoga por todas las cosas que no nos decimos?

Me niego a darme por vencida. Hace dos horas que no te veo y ya te echo de menos.

Qué bien sienta escribirte, olvida todo lo que has leído y comámonos a besos antes de dormir.



https://www.youtube.com/watch?v=6htlG8x3_uA

lunes, 28 de noviembre de 2016

Si supieras lo que te escribo, no volvería a hacerlo.

Desde que los hechos sustituyeron a las palabras, cuando quiero escribir me sale abrazarte.

Me entristece pensar que no tendré un cuaderno al que regresar cuando estas mariposas enfermen. Me asusta la idea de olvidar lo bonitas que eran sus alas cuando todo era luz, no tener pruebas de la metamorfosis, no saber a quién culpar por no entender lo que ha pasado.

No eres tú, soy yo: no sé lo que provocas en mí.

Sé que tú no reconocerías que me echas de menos, pero hay días en los que me mimas diferente, y entonces yo te digo ‘amor, me has echado de menos’, y tú protestas y me besas.

Sé que a veces pienso cosas que debería escribir, pero entonces me niego a quitarle tiempo a los besos.

¿Puedes prometerme que seguiremos siendo tú y yo por mucho que seamos nosotros?

Me aterroriza perderme, la única forma que conozco para evitarlo es dejarme por escrito.

No quiero perderme.

No me gustaría que te perdieras.

No dejemos de ser nosotros.


Hazme, que ya si eso digo yo.

lunes, 17 de octubre de 2016

Noventa centímetros.

Esta cama siempre me ha parecido pequeña, 
demasiado pequeña para dos, 
como si sólo hubiese sitio para mí,
pero anoche pude dormirme sin necesitar mi espacio, 
y cada vez que abría los ojos, tú seguías abrazándome mientras dormías.
Y es que a veces es tan simple como abrir los ojos y sonreír porque los tuyos siguen ahí.
Y hoy no estás, y no puedo evitar pensar en lo inmensa que es esta cama,
este desierto que aún huele a sed,
estos noventa centímetros en los que tú no estás.

sábado, 10 de septiembre de 2016

Ammends.

No puedo alegrarme por ti.

No lo siento, amor, después de todo lo que hemos vivido, no puedo alegrarme por ti.

Te he querido demasiado, y con los ojos tan abiertos que he llegado a conocerte.

No puedo alegrarme por ti, ojalá creyera que son verdad las palabras bonitas y las miradas profundas que les dedicas a otras.

No se te vaya a pasar por la cabeza eso de malinterpretarme: yo siempre te he dicho que deberías querer a otras.

Quiérelas más, quiérelas mejor, pero no las engañes.

Eres tú el que queda como un tonto aquí, cielo.

Tienes a una mujer preciosa saltando delante de ti para que veas lo bonito que es su vestido nuevo y tú no la estás mirando, y ella se está dando cuenta.

Y no puede resistirse a mirar en tu pasado, a observar a las chicas a las que tú mirabas, es un daño innecesario.

Espero que pronto se dé cuenta de que es bonita aunque tú no se lo digas.


Espero que entienda que que tengamos colmillos no significa que debamos mordernos entre nosotras, que somos más fuertes si nos unimos, y que no le guardo rencor.

jueves, 18 de agosto de 2016

Mejor tarde que siempre.

Pronto escribiré tu elegía y elegiré vivir,
es lo que tú querrías si todavía me quisieras.




Después de haberte dado dos veranos, no sabía cómo iba a ser uno sin ti.

No tienes de qué preocuparte, la playa ya no me recuerda a ti, sigo bailando hasta que sale el sol, he encontrado otras bocas a las que besar con lengua.

Pasé nuestro aniversario en Mallorca, no tuve tiempo de pensar en ti.

Es raro pensar que ya casi nunca pienso en ti.

Se me hace extraño ver que ya no me inspiras.

Mi corazón kamikaze querría poder seguirte escribiendo pero ya no me sale solo, y así no sé.

Veo que va siendo momento de escribir tu elegía y quizá lo sea únicamente porque ya no tengo nada más que escribirte.

Me encantó vivirte, vive a otras mejor que a mí cuando mueras.

Sé que habrá días que escribiré sobre tu recuerdo, intuyo que habrá algunos en los que incluso intentaré hacerlo presente pero espero no volver a llevar nunca tu anillo.

De verdad, ya no quiero vivirte pero amor, no mueras.

Esta es la peor elegía del mundo, no recordaba lo difícil que es explicar que vivir no tiene nada que ver con respirar, y que tu oxígeno ya no me llega, ni me asfixia tu dióxido de carbono.

Me alegra darme cuenta de que ya no lloro como cuando el autor mata a mi personaje favorito. Amor, no sé si lo has entendido pero te lo explico: ya no eres mi personaje favorito.

Ya no me hace falta matarte para pensar que, para mí, ya no estás vivo.

Ha sido un placer vivirte, me alegro de haber pasado a mejor vida, aunque haya tenido que ser sin ti.


martes, 26 de julio de 2016

Yo, mi, me, sin ti.

A veces desearía ser otra para poder escribirte todo lo que no puedo quererte por quererme a mí.

A veces me gustaría decirte que me acuerdo de todo, que fuiste el mejor y que lo mejor de todo fue querernos.

A veces me gustaría escribirte que volvieses.

Por favor, no vuelvas.

No vuelvas nunca.

Por mucho que alguna noche, en alguna playa y con algunas copas de más hablemos de la primera noche que nos besamos.

No vuelvas.

Por mucho que sea imposible recordar en una noche todo lo que nos hemos querido, por mucho que nos hayamos querido: no vuelvas.

Que aunque pudiese darte el mundo sobre el papel y quedásemos preciosos sudados sobre la cama…

No vuelvas.

Ya te he escrito mis mejores versos hasta el momento, no vuelvas a por más porque no quiero dártelos, ni sabría cómo hacerlo, ni me gustaría saber cómo hacerlo.

No vuelvas, no quiero que vuelvas.

Pero es cierto que sería precioso que volvieses, y nos dejásemos las gargantas cantando nuestras canciones favoritas, o entre orgasmos, o riéndonos a carcajadas.

Es cierto que podría escribirte que volvieses, o decirte algo como que no encuentro la luna si tú no la buscas conmigo. Es cierto, podría, pero sería mentira.

No vuelvas, amor.

Porque sabré que tendré que irme aunque se me olvide.

Amor, no vuelvas, aquí ya no cabes.

Prefiero bailar sola a hacerlo contigo.


No vuelvas… Yo no soy tu sitio.

sábado, 16 de julio de 2016

~

Hago las paces con un pasado que no me pertenece porque paso de contar las bajas de una guerra que no es la mía, y no me importa que hayas luchado más veces.

Bailo con quien quiero, y espero que a ti te quisiese mejor, lo digo con toda la sinceridad con la que nunca le hablé de mí.

Si tuviese que resumir el verano que todavía no he vivido diría playa, alcohol, baile, fiesta y besos con lengua; por ahora lo estoy disfrutando acorde al plan.

Quiero viajar para hacer lo mismo que aquí pero en otra parte. Me alegra pensar que me llevaría a todas las personas con las que estoy ahora en la maleta, me gusta querer a la gente que quiero.

Echo de menos a otra gente que quiero y viajaría lo que hiciese falta para cenar con ellos, espero que vengan pronto, el sol brillaría más bonito con ellos debajo.


Amor, mis copas puedo pagármelas yo, te diría que bailases conmigo pero prefiero hacerlo con mis amigas.