martes, 26 de julio de 2016

Yo, mi, me, sin ti.

A veces desearía ser otra para poder escribirte todo lo que no puedo quererte por quererme a mí.

A veces me gustaría decirte que me acuerdo de todo, que fuiste el mejor y que lo mejor de todo fue querernos.

A veces me gustaría escribirte que volvieses.

Por favor, no vuelvas.

No vuelvas nunca.

Por mucho que alguna noche, en alguna playa y con algunas copas de más hablemos de la primera noche que nos besamos.

No vuelvas.

Por mucho que sea imposible recordar en una noche todo lo que nos hemos querido, por mucho que nos hayamos querido: no vuelvas.

Que aunque pudiese darte el mundo sobre el papel y quedásemos preciosos sudados sobre la cama…

No vuelvas.

Ya te he escrito mis mejores versos hasta el momento, no vuelvas a por más porque no quiero dártelos, ni sabría cómo hacerlo, ni me gustaría saber cómo hacerlo.

No vuelvas, no quiero que vuelvas.

Pero es cierto que sería precioso que volvieses, y nos dejásemos las gargantas cantando nuestras canciones favoritas, o entre orgasmos, o riéndonos a carcajadas.

Es cierto que podría escribirte que volvieses, o decirte algo como que no encuentro la luna si tú no la buscas conmigo. Es cierto, podría, pero sería mentira.

No vuelvas, amor.

Porque sabré que tendré que irme aunque se me olvide.

Amor, no vuelvas, aquí ya no cabes.

Prefiero bailar sola a hacerlo contigo.


No vuelvas… Yo no soy tu sitio.

sábado, 16 de julio de 2016

~

Hago las paces con un pasado que no me pertenece porque paso de contar las bajas de una guerra que no es la mía, y no me importa que hayas luchado más veces.

Bailo con quien quiero, y espero que a ti te quisiese mejor, lo digo con toda la sinceridad con la que nunca le hablé de mí.

Si tuviese que resumir el verano que todavía no he vivido diría playa, alcohol, baile, fiesta y besos con lengua; por ahora lo estoy disfrutando acorde al plan.

Quiero viajar para hacer lo mismo que aquí pero en otra parte. Me alegra pensar que me llevaría a todas las personas con las que estoy ahora en la maleta, me gusta querer a la gente que quiero.

Echo de menos a otra gente que quiero y viajaría lo que hiciese falta para cenar con ellos, espero que vengan pronto, el sol brillaría más bonito con ellos debajo.


Amor, mis copas puedo pagármelas yo, te diría que bailases conmigo pero prefiero hacerlo con mis amigas.

jueves, 14 de julio de 2016

Venga, lo confieso: no le veo lo interesante a besar por  besar.

Pero reconozco que a veces también necesito que alguien me mire, me diga que me quiere y  yo sepa que es verdad, que para eso tengo los espejos.

Nunca he pensado que la necesidad emocional sea buena, ni sana.

Recuerdo que una de las últimas veces que nos quisimos te dije que eras la persona que más quería en el mundo después de mí.

Recuerdo que la última vez que me dijiste ‘te quiero’ no me lo creí, y amor, no puedo evitar decirte aunque no venga a cuento que tú no necesitas que te quiera nadie que no seas tú mismo.


Que nadie malinterprete lo que digo, soy la persona más romántica y empalagosa que conozco.

No puedo pensar en ningún momento en el que no haya creído en el amor. No lo hubo cuando lloré mares azules y ni siquiera el día que acordamos que no volvería a besar con lengua a mi mejor amigo.

Creo en el amor tanto que no pienso que pueda existir con cualquiera. Nunca he sentido el amor que quiero que exista.

Por mucho que haya escrito negando el amor, siempre ha sido a alguien en concreto.

Cielo, no creo en el amor… contigo.

Ni contigo.

Amor, contigo tampoco…

Y aunque podría decir que casi, supe desde el principio que no íbamos a ser nosotros, entiende que lo intentara de todas formas.

Una vez te escribí ‘amor, yo quería vivirte, no quedarme a vivir contigo’ y todavía no he logrado resumirnos mejor, aunque a veces lo siga intentando.



Resumirnos, no malinterpretes.

domingo, 10 de julio de 2016

Así de siempre porque de simple no tiene nada.

Siempre te escribo lo mismo, que si tu barba, tus manos, tu azul, tu duda…

Siempre te digo que no sé más, que así no se puede querer.

Siempre te hablo de la playa, los bancos, y te hago metáfora con el mar.

Siempre lo mismo, y aun así nunca sé qué va a pasar.

Siempre la misma cantidad de incertidumbre: toda.

Siempre te convierto en tinta porque quedas bien sobre el papel.

Siempre lo mismo, nunca igual.

Siempre tú.

Siempre yo.

Nunca nosotros.

Encantada, pese a todo no sé si quiero conocerte.


miércoles, 6 de julio de 2016

Hi-po-tá-ta-despedida

Ya me he mudado a ese hogar más grande en el que tú no cabes.

No lo siento, es totalmente personal, tenía que dejar sitio para mí.

El otro día recorrí el camino que siempre me llevaba a tu boca y se me olvidó parar a pensarlo.

He vuelto a ser una niña que juega con la única palabra que no sabe pronunciar.

Hi-po-tá-ta-despedida.

Y aquí estoy, saludando a todo lo que me traigo. Y trayéndome muchas cosas bonitas.

No sé si quiero recordar tus dos besos al saludarme, pero jamás me olvidaría de tu barba.

Fue un beso precioso el de despedida. No volveremos a vernos, ¿me equivoco?


Es demasiado tarde, nunca fue nuestro momento.